El producto es impactado por los medios de molienda de alta velocidad, lo que hace que el producto de alimentación se fracture y sea arrojado por la fuerza centrífuga a la pared de la cámara de molienda, lo que a su vez, hace que el producto se fracture aún más. Las partículas fracturadas son arrastradas por el flujo de aire inducido que libera la pared exterior del conjunto del deflector interno, que está equipado con deflectores de aire para laminar el flujo de aire. El flujo de aire laminar y las partículas pasan al clasificador interno, que está girando, en la misma dirección que el disco del rotor. Las partículas de gran tamaño rechazadas por la fuerza centrífuga aplicada por la rueda clasificadora son lanzadas a la pared interior del deflector y se mueven hacia abajo por gravedad y por la presión creada por el clasificador. Estas partículas de gran tamaño se vuelven a arrastrar a la zona de molienda donde se produce un mayor impacto.
Esta acción de reciclaje continúa hasta que todas las partículas pasan a través de la rueda clasificadora. El producto que se emite desde el clasificador se transporta en la corriente de aire del proceso donde se recoge en un ciclón o se mejora mediante una clasificación adicional en un clasificador ciclónico.